miércoles, 27 de junio de 2018

: “!YO TE LO ORDENO SAL DE VALPARAÍSO¡”

TEMA  DE  FORMACIÓN  MES  DE  JUNIO  DEL  2018.

Los testimonios impactantes que se han recordado de los hechos acontecidos en nuestra diócesis con  la secta Antares de la luz nos llevó a ver el testimonio de uno de los involucrados que reconoció la imagen del maligno en medio de las llamas el día que sacrificaron un recién nacido de dos meses. Sin duda fue un acto criminal, cuyo origen está  puesto en Satanás.

Hace unos días, en los mismos momentos que desde la santa sede se daba a conocer la aceptación de la renuncia del obispo en Valparaíso y anunciaba el administrador interino, un rayo cayó sobre Valparaíso que hizo retumbar varias localidades, haciendo percibir el sonido de alarmas por gran parte de la ciudad. Sin duda para un no creyente solo fue un signo climático no frecuente, pero para un creyente, de ayer y hoy, tomando los signos de los tiempos vinculados a la escritura santa, no puede pasar desvinculado el hecho de ser como un poderoso llamado de atención respecto de los graves acontecimientos sucedidos al interior de la nuestra diócesis de Valparaíso en las últimas décadas, particularmente originadas al interior del seminario diocesano desde el año 1992 en adelante. Las páginas más tristes pueden ser escritas en estos días al repasar tanta miseria de victimarios y sufrimiento de innumerables víctimas.



El demonio anda como “león rugiente buscando a quien devorar”. “sobre los techos de los conventos” sostuvo la gran Teresa de Ávila. Seria simplista decir que los desvíos son consecuencia de lo que es la sociedad, toda vez que en el fondo ha sido por no dedicarse,  no aceptar,  no vivir “modo fiel a Dios” y su Iglesia que ha sobrevenido una debacle, un derrumbe en la vida espiritual y por esto social.

La Torre de Babel se derrumbó porque hubo falta de sintonía, solo la división propia del Maligno hizo que el edificio se derrumbara,  de modo semejante ha acontecido al interior de una comunidad diocesana hondamente fraccionada que pretendió alzarse al margen de lo que Dios quiere. En el Antiguo Testamento se dice que “en vano se cansan los albañiles si Señor no construye la casa”, lo que evidencia la esterilidad de todo esfuerzo que margina a Dios, en su inicio y fin. Lo que para unos suena pretérito y hasta suele ser  tenido como mitológico, el verdadero creyente no deja de asumir que entre los hechos de la Iglesia, anunciados en los santos evangelios, están las consecuencias de un mundo alzado desde el orgullo y la soberbia que se desentiende de Dios, de uno mismo, del prójimo y de su entorno. 


JUGAR A SER DIOS SE PAGA CARO

El colapso de la Torre de Babel fue ruina para todos los que estaban en su interior de modo semejante la irrupción del maligno por las ventanas, puertas y rendijas de nuestra Iglesia local, sin duda es causa de males en todo ámbito de la vida humana, habida consideración que habiendo sido alzado como “imagio Dei” con su conducta a terminado reflejando el espíritu de las tinieblas con su tono indiferente ante las necesidades del prójimo y activista en todo aquello que trata de dar la  espalda a Dios y sus designios.

¡Si hasta los equipos locales de fútbol están ubicados en el fondo de la tabla de sus respectivas categorías! Igual cosa acontece con la delincuencia desatada, el altísimo índice de suicidios juveniles, la creciente tasa de nulidades, amén de una economía local muy contraída desde hace ya demasiado tiempo para los que la han debido esforzadamente  sobrellevar.

El demonio permitirá que hagamos cualquier cosa con el fin de no servir ni reconocer la primacía del Señor Jesús en nuestra vida y sociedad. Lo expuesto por San Pablo hace dos milenios tiene plena vigencia en nuestros días: ya podemos dar todos nuestros bienes, colocar techos,  usando jeans, poncho y calamorros, ya podemos sacrificarnos por largo tiempo en algo que implica despojarse de tantas cosas, pero si no hay amor en ello,  no vale de nada. Sin duda, la cultura actual ve con ojos favorables todo aquello que le acerque a las fronteras del neo-politeísmo y de una crisis social cuya raíz es espiritual.

En nuestro templo solemos cantar: “Si yo no tengo amor yo nada soy Señor”. Y es verdad: ¿Qué queda de nosotros si el amor desaparece? La respuesta es evidente al ver un noticiero nacional cada noche, el cual cada vez se extiende más y que parece no tener límite en la truculencia de crímenes y maldades.

Por esto, gratamente percibí el mensaje dado por el Administrador Diocesano en Valparaíso al decir en parte de su homilía a Satanás “¡Yo te lo mando, sal de Valparaíso!”, por lo cual,  asumimos una verdad: El demonio ha puesto su pie en nuestra ciudad, en nuestra región. Evidentemente esas palabras no fueron noticia en nuestros diarios, no fueron incluidas en el mensaje oficial publicado por Iglesia.cl, y sólo pueden ser escuchadas en el audio de la radio del Obispado porteño “Stella Maris” de aquel día.

Entonces, tan necesario como urgente hay que desterrar al Demonio por las armas que nos ha dado el Señor, por medio de nuestra Madre y Maestra, la Iglesia,  por medio de los sacramentos, de la oración, de la vivencia de la caridad fraterna,  del espíritu de penitencia, de un plan de vida ordenada hacia la santidad y  el crecimiento de las virtudes.

¡A tales males, tales remedios!  Un conocido sacerdote jesuita chileno, presenta “aspirinas” para que se remedie la extendida lacra del abuso, llegando a insinuar el fin del celibato. No dudo que San Alberto Hurtado, San Agustín Pro, o el mismo San Francisco Javier o San Ignacio de Loyola nunca hayan sabido de eventuales formas de abuso a lo largo de sus vidas, pero jamás habrían dado como solución el fin de una promesa de consagración hecha libremente hacia Dios y recibida por Dios libérrimamente; olvidando a su vez que si los fieles tienen alguna consideración hacia un sacerdote no es sino por lo que la fe les mueve a recibir su testimonio venido del Señor a quien “representan” como Alter Chistus particularmente en las celebración de los sacramentos, en la plegaria incesante, humilde y confiada, y en la asistencia a los más necesitados.

                                                                          

Nada nuevo bajo el sol…Al comienzo de la humanidad hubo un hermano (Caín)  que mató a otro (Abel)  por la envidia de entregar lo mejor para Dios; Cristo fue vendido por quien se escandalizó un día porque un pecador ungió los pies del Señor con un aroma escaso  y valioso…Sería bueno que de una vez por todas escuchemos a quien no actúa con doblez: “Cálices de oro y sayales roídos” solía decir San Francisco de AsísUna cosa es el debido esplendor de la liturgia, que nace de la convicción de tratar a Dios en medio nuestro y otra es la necesaria humildad de quien se sabe puesto como instrumento de la misericordia y presencia de Dios en medio del mundo pero…¡sin ser mundano!
¡Que Viva Cristo Rey!

lunes, 11 de junio de 2018

Estamos en las manos de Dios Padre nuestro

HOMILÍA EXEQUIAL CARLOS IRARRÁZAVAL 06 JUNIO 2018

Queridos hermanos: Nos hemos reunido en este templo con el fin de celebrar la Santa Misa de Exequias, por el descanso eterno del alma de don Carlos Renzo Irarrázaval Faggioni, que falleció el pasado lunes 4 de junio.

Ante la llamada de Dios…ni un minuto antes ni después, de lo que Él  disponga partiremos a su encuentro. Si bien podemos hablar de un retorno hacia la casa del Padre, es El quien viene en nuestra búsqueda como un día lo hizo hacia nuestros primeros padres en el paraíso terrenal; es Él quien no dudó en nacer en el  establo betlemita para habitar en medio nuestro; es Él quien aparece perfilado en la parábola conocida como del hijo prodigo que bien podemos denominar del padre buscador, que sale al encuentro de quien regresa de un lugar lejano.

Es la muerte –para el creyente- el abrazo entre quien regresa y Aquel que sale al encuentro, muy lejana por cierto a la perpetua separación que el mundo suele tener como un muro infranqueable y definitivo, citado en el refranero popular: “todo tiene solución menos la muerte”, para el creyente no hay posibilidad a esa nostalgia sin salida, pues es la resurrección la respuesta definitiva dada por Dios al misterio de la vida humana.
ENCONTRAR A QUIEN BUSCAMOS


¡De la vida, por la vida y a la vida! Es el itinerario que como hijos de Dios debemos recorrer a lo largo de toda nuestra existencia. Así lo afirma Jesús en el Evangelio que hemos escuchado: “No es un Dios de muertos, sino de vivos”. Por lo que nuestra mirada, nuestra atención debe anclarse en la esperanza que sobresale ante la angustia; debe apoyarse en la fe que ilumina la oscuridad de lo inesperado, y no dejará de sostenerse por medio de la vivencia de la caridad, todo lo cual surge de la convicción que Dios siempre puede más ya que el amor es más fuerte.

Sin duda,  la llamada del Señor a nuestro hermano nos parece del todo inesperada, pues tendemos a pensar que hay edades y circunstancias para morir un día. El esquema nuestro tiene un itinerario donde unos antes  y otros después deben partir; olvidando que los tiempos del Señor avanzan a una hora distinta a la nuestra pues el reloj y calendario de Dios surge desde su mirada eterna y la nuestra desde la temporalidad.

Sin prisas ni pausas todos estamos invitados a la Casa del Señor, donde se encuentra nuestra carta de ciudadanía definitiva, tal como escribe San Pablo: “! Sois ciudadanos del Cielo ¡”.

Para el creyente no existe la casualidad sino la causalidad, la suerte no forma parte de los proyectos que el Señor tiene en nuestra vida, entonces,  en todo lo que nos pasa podemos descubrir la presencia y cercanía de su amor. De modo misterioso, las palabras de Santa Teresa de Los Andes recobran preclara vigencia en estos momentos: “todo lo que veo me lleva a Dios”, incluso lo que es la momentánea partida de nuestros seres queridos con los cuales nos reuniremos, no ya por unos años sino para siempre…sin fecha de término…sin tiempo…sin duración.

Vemos que nuestro hermano Carlos Renzo partió al encuentro con Dios en medio del Mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, cuya solemnidad celebramos mañana. En lo que es la devoción más segura y de esencia del evangelio, vemos que el Señor desde lo alto de la Cruz nos dejó visiblemente su Corazón, que nos exhorta a tener sus mismos sentimientos al decirnos: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”…”En mi hallareis consuelo”.

MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Sin duda, a lo largo de los años de su vida procuró vivir intensamente en compañía de su esposa Catalina Canales, junto a sus hijos: Domingo, Renata y José Pablo y su señora madre Mafalda.  Sin duda, el día domingo pasado fue la última jornada que compartieron, y por cierto, como familia lo pasaron bien, fue un día completo, que le permitió plenamente compartir antes de partir, dejando una huella imborrable de un estilo de ejercer el don de la paternidad, cercana, presente y proactiva a cada uno de sus hijos de tres, cuatro y seis años.

Del mismo modo, el día que fue llamado a la Casa Paterna a lo largo del mundo se conmemora la Jornada por los Niños víctimas de agresión. Es sabido de los esfuerzos que nuestro hermano procuraba respetar la dignidad de cada uno de sus hijos, y la de todos los que los que les acompañan en el camino de la educación. Lo que en la actualidad se reconoce como un padre presente implica no sólo  una cercanía física, sino que afectivamente el hijo cuenta con su padre en quien puede confiar.

El nombre de Dios es Padre…en este sentido, recordemos que los creyentes somos los primeros en reconocer a Dios como el Padre Nuestro, tal como al concluir cada jornada nuestro hermano rezaba en inglés “The Our Father” junto a sus hijos, encomendando a cada uno a su segura, divina y paternal protección.

Jesús al momento de enseñar a sus discípulos les invito a llamar Padre a nuestro Dios, luego,  cuando Él hablaba con su Padre se refiere a Él como “mi padrecito”, tal como un niño pequeño se dirige a su padre diciéndole “papito”, lo que encierra un trato filial y tierno a la vez, que sólo se comprende porque implica una relación personal y vital cuya ausencia no deja de incidir y cuya cercanía marca honda e indeleblemente.

El padre está llamado a ser no sólo vocero de Dios sino –también- su más fiel intérprete,  lo que implica que cada padre de familia es puesto por Dios para que el hijo: busque a Dios Padre,  encuentre a Dios Padre  y viva con Dios Padre. Sublime vocación que conlleva múltiples bendiciones, que están garantizadas por Dios mismo que nos dice: “Te basta mi gracia”.

 EVITA EL MAL Y HAZ EL BIEN
La confianza depositada en Dios Padre implica dejar toda nuestra vida en sus manos, donde el poder omnímodo del Creador, cuya eternidad es inconmensurable,  parece extenderse a cada instante de nuestra vida experimentando que Dios no ama a sus criaturas porque existen sino que existimos por Él nos ha amado. ¡Esta es nuestra más honda identidad!

Imploremos que el espíritu de “fortaleza, de caridad y de templanza” vivan en el alma de la familia y amistades de nuestro  hermano Carlos Renzo. Que la alegría que había en su alma, el don de convocar y cultivar la verdadera amistad, el reunir a los suyos alrededor una buena mesa preparada con esmero por el, que la fascinación no exenta de admiración y sano orgullo  hacia su señora esposa,  a la que eligió, hoy nos lleve a dar gracias a Dios por lo que fue su vida en medio nuestro, y sea presentado por Nuestra Madre Santísima ante su Hijo y Dios. ¡Que Viva Cristo Rey!