miércoles, 19 de julio de 2017

DE LOS DIABLOS ROJOS A SACERDOTES.

TEMA DE FORMACIÓN GENERAL MES JULIO DEL 2017.

                         

 “No hay motivos para rendirse ante el despotismo del mal” (Benedicto XVIO , Ciudad de León,  México 2012). 

Cuando ingrese al Pontificio Seminario Mayor de Lo Vásquez lo hice junto a otros veinticuatro seminaristas de los cuales nos terminamos ordenando como sacerdotes un tercio. Con el tiempo el Seminario Diocesano de Valparaíso llegó a tener unos noventa seminaristas, proyectando su crecimiento a fines de la década de los ochenta a unos ciento veinte. De hecho el Seminario se amplió pensando en esa cifra.

“De un tiempo a esta parte” y por múltiples razones” el número de jóvenes que están cursando en el Seminario Diocesano de Valparaíso se ha jibarizado de manera tan dramática como sorprendente.

Es legítimo y necesario –entonces- preguntarse: ¿Todos los seminarios diocesanos del mundo han disminuido? ¿ Cuáles son las razones? ¿Por dónde va el camino de buscar vocaciones? Son preguntas que no pueden dejar indiferente a ninguna comunidad parroquial y a ningún feligrés en general, pues,  de ello depende el futuro de nuestra Iglesia: “Sin sacerdote no hay Eucaristía, y sin Eucaristía no hay presencia real de Cristo en el mundo” (Arzobispo Emilio Tagle Covarrubias).


Sin duda, la realidad  vocacional es un desafío, y siguiendo el camino propuesto por el actual Sumo Pontífice, en orden  a  “no quejarse y a focalizarse en las capacidades sobre las debilidades”, hemos encontrado recientemente la hermosa noticia de dos jóvenes sacerdotes, quienes han recibido el Sacramento del Orden (Sacerdocio)  luego de haber cumplido una carrea profesional muy particular: el ser conocidos futbolistas.
Un antiguo refrán popular dice: “Dios los cría y el diablo los junta”.  Curiosamente, los “Diablos rojos” han sido una  cantera donde han saltado ambos hacia el sacerdocio. Uno de ello jugando en los “Diablos rojos del Manchester United” de Ingleterra y el otro,  jugando en los “Diablo Rojos de Nublence” en Chile.

     

Ciertamente, hay elementos genéricos en la vocación de ambos, pero también, en la vida personal podemos descubrir algunas características individuales, que nos pueden servir para impulsar una renovada y hasta agresiva  promoción de las vocaciones a la Vida Sacerdotal y Religiosa en nuestra Diócesis porteña, asumiendo el compromiso de una real y común preocupación por la vida de nuestro Seminario de Lo Vásquez,  de cuya vitalidad dependerá la vida de la Iglesia y de comunidades parroquiales y educacionales.

Junto al recordado Papa Benedicto XVI, una vez mas ¡y las que sea necesario! repetimos: “¡No nos rendiremos ante el despotismo del mal!”  Que desea dejar a nuestra Iglesia sin la Santa Misa…Simplemente,  ¡non possumos!  

Por esto miremos tres puntos concretos: (1) Pastoral de monaguillos, (2) Oración personal: Misa diaria, Adoración al Santísimo  y Santo Rosario,y  (3) Formación seria.

Acólitos: El 75% de las actuales vocaciones del país del Norte han sido monaguillos en alguna etapa de su vida. Ninguna otra instancia eclesial tiene a su haber tan noble reconocimiento, por lo que es urgente fomentar la participación de los niños y jóvenes como Servidores del Altar (monaguillos), recordando que “lo santo lleva a lo santo” , y que el contacto adecuado con la Sagrada Liturgia sólo puede tener el buen resultado en orden a aumentar el deseo de estar mas cerca de Dios y de acrecentar las vocaciones sacerdotales.

Se debe evitar –entonces-  la trivialidad, el desgano , el costumbrismo propios del liberacionismo católico, recordando que el acólito “sirve al sacerdote en la mas importante de sus funciones” entonces,   se debe optar por un servicio al altar masculino a imagen de los apóstoles que un día estuvieron alrededor del primer alar en la primera misa.

La oración ante el Santísimo y el rezo del Santo Rosario: Es vital para el creyente rezar con frecuencia, confianza y humildad. Allí se descubre la voluntad de Dios. De grupos orantes, de familias orantes, saldrán las vocaciones que nuestra Iglesia hoy día requiere. Las crisis vocacionales son crisis de oración. El ir a Misa los domingos es el mejor engaste para que surjan las vocaciones, pues, ninguna pastoral que se reconozca como católica puede imaginarse e implementarse sin la participación en la Santa Misa.

La  formación seria: El Seminario no es un laboratorio para experimentar cualquier tipo de formación.  El alumno debe apoyar su llamado sobre la roca firme de una formación que le asegure que lo que vive será para siempre. Debe distinguirse por una vida coherente a lo que celebrará,. También,  el mundo tiene derecho a recnocer al sacerdote por su manera de vestir. El hábito y la sotana están de vuelta desde hace años.  En nuestro tiempo, si resulta tan impropio que un laico se disfrace de sacerdote sin serlo, lo es –también- en la lógica de los “signo de los tiempos” , en los cuales el poder de la imagen es tan relevante, el que el sacerdote se presente con la apariencia de un laico.
¿Qué implica una formación seria? Simple: Que sea la que los santos han recibido, donde se han formado profundizando en el Magisterio perenne, en la Palabra de Dios, en la vida de los Padres de la Iglesia y los Santos, en la enseñanza de Santo Tomás de Aquino, en una sana filosofía, masticada y hecha vida por formadores que no confunden,  en ningún momento, la posesión de un titulo académico con la participación en la verdad y vida de la Iglesia Santa.

Para esto, desde el santo Concilio Tridentino y corroborado –luego-  en el sínodo pastoral Vaticano II, con su documento Optatam Totius sobre la vida y ministerio de los presbíteros, la existencia y necesidad de los seminarios para dar una formación sacerdotal es un imperativo de entonces y mas aun  hoy, por lo que no se puede reducir la vida como seminarista  a tener un seminario que sea un pensionado donde se come y se duerme,sino que el Seminario Diocesano ha de ser el cálido hogar donde se formen los nuevos Jesús de nuestros altares, los Alter Christus que urgen para la vida de nuestra Iglesia.

Ya vendrán tiempos mejores donde nuestro Seminario Pontificio se vea verdaderamente renovado y atraiga a sí a ingente cantidad de jóvenes,  por lo menos como los que contó hace tres décadas atrás. Hace unos años visite el Seminario en el cual se formó uno de los Testimonios Vocacionales que hoy destaco, y percibí, al igual que en otras tres casas de formación diocesanas, respecto del estilo de formación que se impartía era muy similar, y por cierto con una vida de seminario de veinticuatro horas: seminaristas, no pensionistas.

Bueno, este mes rezaremos –especialmente-  por el aumento de las vocaciones en nuestra Diócesis de Valparaíso, con la seguridad que la Virgen de Lo Vásquez no dejará de escucharlas como cuando en 1981, luego de la celebración del Congreso Eucaristico Nacional se impulsó el Gran Año del Sacerdocio cuyos frutos, al menos en número,  nunca han sido siquiera replicados. No lo ovide: el mismo número de sacerdotes diocesanos de hace cuarenta años es el que atiende hoy una población que se ha duplicado. ¡Rece por la santidad del sacerdote! ¡Rece para que su parroquia tenga en el futuro numerosos sacerdotes!

No, Señor: No tenemos ningún motivo para  rendirenos ante el despotismo del mal, pues sabemos en Quien hemos puesto toda nuestra confianza. ¡Que Viva Cristo Rey!

PHILIP MULRYNE: DEL MANCHESTER UNITED AL ALTAR.

El  jugador mediocampista del Marchester United (1997), y además jugo por  el Norwich City , el Cardiff City   y que fuese seleccionado nacional de fútbol de su país (Irlanda del Norte), por la cual jugó veintisiete veces,  fue ordenado sacerdote el día ocho de julio del año 2017 , a la edad de treinta y nueve años,  en la ciudad de Dublin  luego de haberse preparado académicamente  desde el 2011 , primero, en el Seminario Diocesano  San Malaquias de Belfast  por  3 años y luego,  en el Seminario Irlandés de Roma (4 años) donde acudió a la ecléctica  Universidad Gregoriana (Jesuitas) .

Desde los doce años jugaba fútbol en el equipo de su parroquia San Oliver Plunckett, donde fue descubierto por los entrenadores de las divisiones inferiore del Manchester United. Allí  jugó junto a David Beckan, Andy Cole, Ryan Giggs, Paul Scholes.

Fue expulsado de la selección irlandesa por haberse escapado de la concentracion en una jornada. Durante su temporada  como futbolista profesional a lo largo de nueve años, obtuvo grandes premios:  Premier League, la F.A Cup, la Champions League y la Copa Intercontinental.

En forma posterior, Philip Mulryne se  dedicó a multiples obras de caridad y tuvo gran cercania con el obispo del lugar. Actualmente es miembro de la Congregacion de Santo Domingo de Orlanda, fundada el año 1224, que están presentes en las ciudades de Dublin, Cork, Galway, Tralee, Teherán (Irán), y Roma. Entre sus nuevas funciones estará la de ser Capellán del equipo de Fútbol “Newbridg”e en las cercanías de Dublin.

El Arzobispo Di Noia dijo en la Homilia: “Querido hermano, tus años de formación sacerdotal se desarrollaron en el marco de la comunión fraterna de la Orden de Santo Domingo. Te has estado preparando para el sacerdocio al mismo tiempo que estabas aptrendiendo a ser domínico. Esta doble formación se entrelaza en cada punto hasta el día de hoy cuando, por la imposición de manos, serás partícipe en la obra de mediación de Cristo”·…

Luego añadió: “En un sentido real, su experiencia como atleta le ayudó a prepararse para este momento. He conocido el significado de trabajar duro para alcanzar una meta, y ahora el objetivo es Cristo”. ..”Dad a cada uno la Palabra de Dios que habéis recibido con gozo, meditando en la Ley del Señor, ve que tu crees lo que lees, que enseñas lo que crees, y que practicas lo que enseñas”.

Por su parte, el nuevo sacerdote y ex futbolista, en una entrevista dijo que: “Este,  es para mi una de las principales razones que me atrajeron a la vida religiosa: entregarme totalmente a Dios en la profesión de los consejos evangélicos, tomándolo como nuestro ejemplo y, a pesar de nuestras debilidades y defectos, confiar en Él que nos transformará por su gracia; t así, transformados por Él, comunicar a todos la alegria de conocer a Dios”.

    

Del uniforme al hábito religioso como Dios quiere

ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE: ¡Alter Christus! 

      



FUTBOLISTA QUE JUGÓ EN CHILE AHORA ES SACERDOTE

El estadounidense Chase Michael  Hilgenbrinck Mc Donald fue un destacado futbolista profesional, que estuvo hace uso años en primera división, donde alcanzó grandes logros mientras estuvo en Chile entre los años 2004 y 2007. Jugo por Ñublense como lateral izquierdo, y se destacó por su técnica futbolística siendo clave para el ascenso a primera división el año 2006, bajo la dirección técnica de Luis Marcoleta.

Nació el dos de abril de 1982 en Quincy, Illinois. Ayudó como monaguillo junto a su hermano en la Parroquia de la Santísima Trinidad de Bloomington, destacándose como futbolista y católico en la secundaria y luego en la Universidad de Clemson, llegando a ser seleccionado sub-17 de los EE.UU.

Luego de graduarse el 2004, Chase fue reclutado por la Liga Mayor de Fútbol (MLS), donde conoció a Claudio Arias, el entrenador de fútbol chileno en la Southem Wesleyan University, quien le sugirió ir a Chile donde lo podrían contratar profesionalmente. Chase Hilgenbrinck firmó contrato con “Deportes Huachipato”, siendo cedido luego a “Deportes Naval”, donde finalmente fue transferido  a “Ñublense de Chillán” en Primera División.

Sus destinaciones sacerdotales han sido: Vicario Parroquial de St. Anne en East Moline de Illinois; Capellán en Alleman High School en Rock Island, y, desde el 8 de Junio del 2016,  en el Centro Católico Newnan de St. John’s en Champaign de Illinois.

Revolucionó el mundo del deporte cuando anunció que se retiraba para ingresar al Seminario para ser sacerdote católico. El llamado fue decisivo: “Rezando en una iglesia encontré mi paz. Estaba frente al Sagrario, solo frente al Señor. Y justo ahí en silencio, yo escuchaba en el fondo de mi corazón, escuchaba en inglés: ¡Be my priest! Se mi sacerdote. Y no lo podía creer. Yo le decía a Dios: “No sabes lo que estás diciendo”, pero sabía que era el llamado del Señor”.
  

Luego de experimentar el llamado de Dios a la vida sacerdotal, dejó su carrera en el fútbol y fue ordenado sacerdote en la Diócesis de Peoria el 24 de Mayo del año 2014. Hace un tiempo, mientras era seminarista,  escribió una carta publicada en el “Catholic Post” de Illinois donde señaló que: “Muchos de mis amigos se preguntaban por qué Dios me apartó del fútbol, y luego me preguntaban lo que haría ahora sin él. Quiero recordarles que nuestro Señor no reniega de los dones que Él nos ha dado, sino que nos pide que los utilicemos de una manera diferente. En vez de ser un jugador en un equipo, ahora entreno, dirijo y soy capitán de nuestro equipo de fútbol del Seminario, que juega en un torneo anual contra otros seminarios en la Costa Este. Sirvo como capellán del equipo de fútbol Mount St. Mary de Primera División, y a menudo me piden que de charlas a los jóvenes atletas sobre la naturaleza complementaria de los deportes y la fe. Me encanta ser católico…No veo la hora de ser sacerdote”.

En mayo de este año, el ahora Padre Chase Hilgenbrinck agradeció a los fieles de la Capilla Santa Ana de la Diócesis Chillan donde el solía acudir a la Santa Misa: “Todo lo que aprendía en el deporte son cosas que también tengo que hacer en mi vida cristiana”…

”Lo que aprendí en el deporte como el sacrificio de entrenar duro, la solidaridad, el trabajo en grupo, son cosas que también tengo que hacer en la vida cristiana. Lo que viví en el fútbol me sirvió mucho para tener todas las virtudes necesarias para llevar una buena vida como cristiano”…”Cuando nos comprometemos a algo importante en la vida todo va a cambiar. Cuando uno se casa la vida cambia. El cambio no es malo, es algo natural, si no estamos comprometidos, la vida no tiene ritmo y no tiene sacrificio”…”Yo no vine para hacer noticia, pero le doy las gracias a los periodistas que les gusta la historia que Dios ha creado (hecho)  en mi vida”…”·Ojalá que esto a nivel nacional sea una linda historia para la vida de la Iglesia con Dios”. (Diario Crónica de Chillán).
     



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