Siendo que Dios creo al hombre y la mujer como culmen del
universo, y que además, les encomendó el cuidado de la tierra, fue la única
creatura capaz de Dios, de tener una relación de amistad con su Creador.
Cuando Dios creó a Adán y Eva estaban en perfecta
armonía con la naturaleza y habían recibido unos dones de estado de justicia y
santidad original. Estos dones se llaman Preternaturales y son:
Inmortalidad: Por la cual el hombre podría no morir.
Impasibilidad: Por la
cual no sentiría dolor ni tristeza.
Integridad: Por
la cual el control de las pasiones estarían sujetas a la razón.
Ciencia: Por la
cual tendría un conocimiento sin error.
Todo lo anterior indica que el hombre en el Paraíso era
feliz en plenitud.
Más, lo anterior provoco
la envidia de aquellos ángeles que, como seres espirituales, tenían la misión de alabar y reconocer la
bondad y grandeza de Dios. Ellos prefirieron mirar a quien Dios había creado a
su imagen y semejanza. Entonces, de la actitud orgullosa rápidamente pasaron a
la envidiosa, recibiendo misteriosamente
una sanción irreparable de Dios. Mientras que al hombre Dios le ofreció su
perdón a los ángeles no les perdono.
Como la corrupción de lo mejor es la mayor, de la misma
manera que mientras mas alto se esta mas fuerte es la caída, los ángeles originalmente
hechos para un fin elevadísimo cual era ser parte del coro del cielo, en otras
palabras estar al lado de Dios, se
transformaron en seres abominables y obradores solo del mal. Por lo tanto, el mal existe solo desde el pecado original
consentido por Adán y Eva.
Aquel ángel caído recibe varios nombres: Lucifer: Ángel
de luz y belleza, Belcebú: Señor de las moscas: Demonio: Acusador, Satanás:
Adversario.
El demonio,
siempre miente: no puede dejar de hacerlo, por ello al acercarse a Eva le
miente en tres ocasiones: primero afirma que Dios les prohibió de comer de
todos los árboles, en tanto que lo que el Señor dijo fue que podían comer de
todos excepto de uno. Luego, les dijo que si comían serian como dios es decir,
tendrían sus mismos poderes y serian eternos, y sabemos que al momento de
consentir el pecado ellos terminarían siendo expulsados del paraíso terrenal, y
finalmente les aseguro el demonio que si comían no morirían cosa que finalmente
aconteció, pues “pues por el pecado de
ellos entro la muerte en el mundo”. Aquellos dones denominados
“preternaturales” los perdió el hombre para siempre.
MISERICORDIA Y PECADO:
Todo el
Evangelio nos habla de la infinita misericordia que tiene Dios hacia cada pecador arrepentido. En
efecto, el abrirse a la bondad de Dios exige la confesión personal de las
culpas. Sólo puede recibir perdón aquel que se arrepiente de haber obrado mal
conscientemente.
Como un médico que descubre la herida antes de
curarla, Dios, mediante su Palabra y su Espíritu Santo, proyecta una luz viva
sobre el pecado: ”La conversión exige el reconocimiento del pecado”.
En la
actualidad el mayor mal que existe es la pérdida del sentido de pecado, vale
decir, hay quienes viven pensando que nunca cometen pecados y por lo tanto
hacen innecesaria la redención e ineficaz el sacrificio de Cristo. Es la Pasión
de Cristo la que nos dice cuán importante es el pecado para Dios.
Es
necesario asumir que el pecado es una ofensa a Dios. Porque no se ama no se
obedecen los mandamientos de Dios y de su Iglesia: “Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces” (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el
amor que Dios nos tiene y aparta de Él nuestros corazones. Como el primer
pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse
“como dioses”, pretendiendo autónomamente conocer y determinar el bien y el mal.
TIPOS DE PECADO:
De acuerdo a la gravedad,
el pecado se distingue entre pecado mortal y pecado venial
PECADO MORTAL: Se comete un pecado mortal cuando se dan, al mismo tiempo,
materia grave, plena advertencia y deliberado consentimiento. Este pecado
destruye en nosotros la caridad, nos priva de la gracia santificante y, a menos
que nos arrepintamos, nos conduce a la muerte eterna del infierno. Se perdona
mediante los sacramentos del Bautismo y de la Confesión.
PECADO VENIAL: Se diferencia
esencialmente del pecado mortal, se comete cuando la materia es leve; o bien
cuando, siendo grave la materia, no se da plena advertencia o perfecto
consentimiento. Este pecado no rompe la alianza con Dios. Sin embargo, debilita la caridad, entraña un
afecto desordenado a los bienes creados, impide el progreso del alma en el
ejercicio de las virtudes y en la práctica del bien moral y merece penas
temporales de purificación, y su impenitente reiteración nos predispone a caer
en futuros pecados mortales.
Añadir leyenda |
Por el pecado el corazón humano queda amarrado y pierda
su libertad
Los vicios, como contrarios a las virtudes, son hábitos
perversos que oscurecen la conciencia e inclinan al mal. Los vicios pueden ser
referidos a los siete pecados llamados capitales: soberbia, avaricia, lujuria,
ira, gula, envidia y pereza. Para vencer los pecados capitales hay que tener en
práctica una serie de virtudes:
ACTIVIDAD: LOS NIÑOS REPESENTARÁN LOS PECADOS CAPITALES |
SACRAMENTO DE LA
CONFESIÓN:
Toda la vida de Jesús tuvo como objetivo hacernos posible
el perdón de Dios. Por ello vino al mundo, nació, vivió, enseñó, padeció, murió
y resucitó. Todo para perdonarnos. Por tanto, para darnos ese perdón del cielo
instituyó dos sacramentos, primero el bautismo donde se borra el pecado
original, y segundo, la confesión donde se borran los pecados confesados desde
la ultima vez que nos confesamos.
Cuando nos confesamos es con Cristo que nos confesamos,
por ello, este sacramento goza del sigilo sacramental
que es protección de la confianza sagrada entre la persona que confiesa su
pecado y Dios, y nada ni nadie puede romperlo.
La confesión sacramental debe ser frecuente, es
decir en forma mensual con el fin de:
- Progresar espiritualmente: como el cuerpo, nuestra alma debe crecer.
- Para
ser cada vez más fuertes ante
el pecado: es necesario pecar
menos.
- Para
evitar los pecados veniales.
- Para purificar progresivamente
el alma: desintoxicarla espiritualmente.
- Para corregir la inclinación al pecado: vivir en gracia sana el alma.
Para una buena confesión es necesario hacerla en el confesionario, que nosotros debemos exigir usar |
A). EXAMEN DE CONCIENCIA:
A la luz de lo que Dios nos hace recordar, y de aquello
que tenemos plena conciencia de hacer hecho voluntariamente como un pecado,
recordamos, ordenamos nuestras faltas en base a los diez mandamientos, las
bienaventuranzas, los siete pecados capitales, los defectos mas frecuentes, los
dones que Dios nos ha dado para servirle y las responsabilidades de la propia
vocación recibida.
B). ARREPENTIMIENTO:
Implica reconocer los pecados cometidos, y dolerse de
haberlos hecho. Este punto es fundamental para poder recibir el sacramento de
la confesión, pues sin el no hay perdón posible. Arrepentimiento es sinónimo de
‘contrición” la cual puede ser
perfecta si acaso me arrepiento por ofender el amor de Dios, o bien
‘imperfecta” si es a causa de los castigos que puedo tener por haber cometido
un pecado.
C). PROPOSITO DE ENMIENDA:
Es el acto mediante el cual apoyados en la gracia
recibida e implorada prometemos a Dios procurar resueltamente no volver a cometer el o los pecados que se
confiesan, ni algún otro. Esto no significa que en el futuro sea imposible que
volvamos a hacer lo mismo, pero si implica hacer un esfuerzo firme por evitar
volver a pecar. El católico se caracteriza no por no pecar sino por colocarse
constantemente de pie por amor a Dios y su Iglesia. El saber que Dios puede mas
que nuestro pecado, hace que podamos tener firmes propósitos de conversión y cambio radical de vida.
D). DECIR O MANIFESTAR LOS PECADOS:
Esto es propiamente la
Confesión ante el Sacerdote. Hay que decir o expresar con claridad al confesor
los pecados tanto en numero (cantidad de veces) como en especie (de que se
trata). Callar voluntariamente uno de los pecados hace nula la absolución, y
además, aumenta la gravedad de la falta. Es fundamental saber que Jesús
instituyo la confesión para darnos su perdón, por eso hay que acercarse al
confesor tal como lo haríamos con Jesús.
Luego que uno dice todos los
pecados y antes que el sacerdote imparta o diga las palabras de la absolución
el penitente reza el llamado acto de contrición, sea el “Yo pecador” o el que se
hace durante el acto penitencial de la Santa Misa, el “yo confieso”:
* YO PECADOR:
Me pesa Dios mío y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Me pesa por el infierno que
merecí y por el cielo que perdí; pero mucho mas me pesa porque pecando ofendí
un Dios tan bueno y tan grande como Tu, antes querría haber muerto que haberte
ofendido y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia, no pecar mas y
evitar las ocasiones próximas de pecado. Amen.
* YO CONFIESO:
Yo confieso ante Dios
Todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión: Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso
ruego a Santa María, siempre virgen, a los Ángeles, a los Santos, y a vosotros
hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor. Amen.
La
absolución (significa “desatar”) son
las palabras que el confesor dice para liberarnos del pecado:
“Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la
muerte y la resurrección de su Hijo y derramó el Espíritu Santo para la
remisión de los pecados, te conceda, por el misterio de la Iglesia, el perdón y
la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo (Catecismo de la Iglesia
Católica n. 1449).El penitente responde: “Amen”.
E). CUMPLIR LA PENITENCIA:
El sacerdote al momento de
darnos la absolución ejerce como médico que sana, como maestro que enseña y
como juez que emite sentencia. La sanción se llama penitencia que debe
cumplirse inmediatamente una vez
terminada la confesión.
Suelen darse diversas formas
de penitencia: realizar un acto de caridad, decir una o varias oraciones, hacer
una peregrinación, ayunar. De igual manera, el penitente puede proponer alguna
penitencia que estime necesaria y esta sea aprobada por el confesor, en tanto
que puede haber necesidad de restaurar el mal hecho a causa del pecado.
BREVE EXAMEN DE CONCIENCIA PARA PRIMERA COMUNIÓN:
Pecados contra el
primer mandamiento:
Amarás a Dios sobre todas las cosas.
Amarás a Dios sobre todas las cosas.
1. ¿Te has confesado
sin arrepentimiento o has dejado de hacer la penitencia que te dejó el
sacerdote?
2. ¿Callaste algún pecado
grave en tu confesión anterior?
3. ¿Has comulgado
sabiendo que estás en pecado grave?
4. ¿Has hablado mal
de Dios, la Virgen, el Papa o la Iglesia?
5. ¿Te has enojado y
desesperado con Dios?
Pecados contra el segundo
mandamiento:
No jurarás el nombre de Dios
en vano.
1. ¿Has jurado hacer
algo malo, como vengarte o hacerle daño a alguien?
2. ¿Has
blasfemado?
Pecados contra el tercer
mandamiento:
Santificarás las fiestas.
1. ¿Has dejado de ir
a misa en algún domingo o fiesta de precepto?
2. ¿Has estado
distraído en la Santa Misa, jugando y platicando?
Pecados contra el cuarto
mandamiento:
Honrarás a tu padre y tu
madre.
1. ¿Has
desobedecido a tus papás?
2. ¿Te has burlado de
ellos?
3. ¿Les has hablado
de mala manera y sin respeto?
4. ¿Les ayudas en las
labores de la casa y en el cuidado de tus hermanos?
Pecados conta el quinto
mandamiento:
No matarás.
1. ¿Has deseado que
alguien muera o que le pasen cosas graves?
2. ¿Has hablado mal
de alguien más?
3. ¿Te has negado a
perdonar a alguien?
4. ¿Estás enojado
con alguien?
5. ¿Te has negado a pedir
perdón cuando has ofendido a alguien?
6. ¿Has sido causante
de que alguien más cometa un pecado?
Pecados contra el sexto
mandamiento:
No cometerás actos impuros.
1. ¿Has cometido
acciones que son deshonestas y que te avergonzaría que se supieran?
2. ¿Has visto
películas, videos o fotografías que no son buenas?
3. ¿Has tenido
conversaciones que nos son buenas con alguien más?
Pecados contra el séptimo
mandamiento:
No robarás.
1. ¿Te has quedado
con algo que no es tuyo?
2. ¿Has ayudado a que
alguien más robe algo?
3. ¿Has hecho
voluntariamente daño a las cosas de otras personas?
4. ¿Has hecho trampa
en los juegos para ganar?
5. ¿Has copiado en
tus tareas o exámenes?
Pecados contra el octavo
mandamiento:
No mentirás.
1. ¿Has dicho
mentiras a tus papás?
2. ¿Has dicho
mentiras a tus maestros?
3. ¿Has dicho
mentiras de alguien más para perjudicarlo?
4. ¿Has hablado mal
de alguien más?
Pecados contra el noveno
mandamiento:
No consentirás actos
impuros.
1. ¿Has consentido
pensamientos impuros?
2. ¿Has imaginado que
haces cosas malas contra otras personas?
Pecados contra el décimo
mandamiento:
No desearás los bienes ajenos.
1. ¿Has intentado
robarle o dañar las pertenencias de alguien más, aunque al final no lo hayas conseguido?
2. ¿Has sentido
envidia por las cosas buenas que le pasan a los demás?
3. ¿Has sentido
envidia por las cosas que tienen otros que tú no tienes?
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