sábado, 14 de marzo de 2015

Bendición inicio año escolar Saint Peter's School año 2015

“NO SE PREOCUPE, ESTÁ JESÚS”

                        

¿Quién abre, quién celebra, quién barre, quién riega, quién prende las velas, quién cuida la mascota?. Y, luego como una cadenciosa recitación: “¿cerraron, pusieron candado, apagaron, guardaron, limpiaron, colocaron agua bendita en las pilas de acceso? Es la preocupación que tenía previo a la intervención a la cadera que tuve hace dos semanas  atrás. Es lógico: veinte años como permanente Cura Párroco crean una vinculación real de  espiritual hacia los fieles que frecuentan la Parroquia, y que suelen con respeto denominarme “Padre”. Esa paternidad se extiende –también- hacia  aquellos que un día están llamados a encontrarla y eventualmente, no faltará quien está llamado a reencontrarla.
De esto conversaba mientras estaba hospitalizado. Casi como un lamento dije: ¿Quién estará en la Parroquia?...Si han quedado solos, porque al no haber vocaciones ningún sacerdote puede reemplazar en los oficios diarios, especialmente en este mes que la mayoría del clero está de vacaciones.  De pronto,  la voz de un monaguillo que junto a su madre vino a visitarme me dijo seriamente: “No se preocupe, está Jesús”.
“Quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta” escribía sabiamente Santa Teresa de los Andes, cuyo Vº Centenario de Natalicio celebramos este año. Por otra parte, nuestro Señor en la Ultima Cena sentenció: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Entonces, muy claramente razonamos con el salmista: “Si Dios está con nosotros, ¿Quién estará contra nosotros?”.
Las preocupaciones son importantes, las ocupaciones también. Pero, lo decisivo es depositar nuestra confianza en el Señor, y abandonarnos a los caminos que Él nos proponga por los medios que Él tenga bien a usar. Desde los ángeles de la guarda que tienen su misión, pasando por aquellos a quienes confía nuestras instituciones y comunidades, pasando por la gracia que el Señor enciende en el alma de quienes forman parte de cada comunidad.
A la luz de la fe, tras esas “iniciativas”“buena voluntad”  el Señor cuida su Casa, y vela por el alma de cada uno de los que se cobijan bajo ese hogar. Y, es verdad: ¡Allí está Jesús!, mirando, velando, intercediendo, por lo que le pertenece en plenitud, y sobre lo cual ejerce su realeza, a la cual, anualmente no dejamos de consagrarnos en la Festividad  Sagrado Corazón y para la solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Al inicio de este nuevo Año Educativo, contando con la presencia numerosa de los padres y familiares de los alumnos de nuestro Colegio, los invitamos a participar en esta misma confianza, pues, por medio de su Palabra diremos: ¡Aquí está Jesús! Y la medida para tratar a cada uno de los niños y jóvenes ha de ser la que usaban los padres de Jesús, San José Custodio y María Santísima. ¡Sabían a quién cuidaban, querían y acompañaban!
Todos somos testigos que enfrentamos “tiempos nuevos”, que ameritan una respuesta. Esta puede ser la de dejarse doblegar por la inercia de los ideales transados con el modernismo, vale decir,  flotar como la espuma sobre las olas y no frenar su avance,  sino sumarse a él.
Pero, está también la de procurar apoyarnos en aquellas realidades instituciones que tengan una base suficientes para enfrentar el tsunami secularizador en el que los creyentes nos vemos envueltos. Lo vimos hace unos días, cómo un espontaneo camarógrafo apoyado en un cartel metálico logró filmar y sobrevivir al maremoto de febrero del 2010. ¡Un cartel lo salvó!  
¿Dónde apoyarnos nosotros al momento de impartir una sana educación a las nuevas generaciones? La respuesta es evidente: Primero, sobre Dios que no falla. El mismo se ha dado a conocer como la roca sobre la cual nos podemos apoyar. Las personas cabían, los pueblos cambian, la geografía cambia, entonces ¿Todo cambia? No, Dios permanece inmutable siempre, por eso nos da la seguridad de que siguiendo sus enseñanzas, sus mandamientos y viviendo con el auxilio de su gracia dada en los sacramentos obtendremos la luz y la fuerza necesaria para vencer las adversidades y los tiempos de crisis que eventualmente puedan surgir a lo largo de nuestra vida.
En segundo lugar, hemos de apoyarnos en la familia: “El futuro del mundo pasa por la familia”, recordaba el Papa Juan Pablo II, precisamente en nuestra ciudad de Viña del Mar. Ese mensaje permanece plenamente vigente en nuestros días, porque la realidad e importancia de la vida familiar no depende de lo que se dice de ella sino de lo que ella es. De la misma manera que una estrella no deja de existir porque nosotros no la veamos ni una piedra preciosa pierde su valor porque no ha sido aún descubierta, la familia vale por lo que es, es decir, intérprete del amor de Dios. Por tanto, los padres no delegan la obligación de educar a sus hijos sino que participan junto al Colegio de esa tarea. Es verdad, los padres de familia no pueden venir a clases con sus hijos, pero nada impide que a cualquier hora del día puedan unirse a ellos por el poderoso vínculo de la oración. Con pequeñas jaculatorias dirigidas al Cielo como una flecha punzante cada padre y madre dirá por sus hijos a Dios: Señor haz que aprenda, Señor haz que sea paciente; señor dale fortaleza; Señor llénalo de pureza; Señor hazlo buen amigo.
En tercer lugar, es necesario confiar en el Colegio al cual se ha optado libremente. De esto sabemos,  por los largos 97 años de experiencia, por la preparación y esfuerzo implementado por el personal del establecimiento, cada uno de los cuales tiene un rol imprescindible para la buena educación de los niños y jóvenes. ¡Nadie está de más y nadie sobra! Por esto, si la familia es la primera educadora de sus hijos, entonces, no dejará de mostrar su compromiso, respeto, proactividad, cariño y fidelidad por el proyecto educativo del Colegio, el cual,  es implementado por medio de cada uno de los miembros del Saint Peter’s School. Imploremos a Dios Nuestro Padre como Cristo nos enseñó. Amén



No hay comentarios:

Publicar un comentario